domingo, 11 de marzo de 2012

~Capítulo dos.

La espera fue demasiado larga, varios coches se pararon para recogerme, e incluso algunos me confundieron con una prostituta, como estaba el mundo en estos momentos. En mi soledad, con la esperanza de que mi padre volviera y viera que había cometido un error en dejarme tirada recordé al chico que conocí, era distinto a los demás, la verdad.. no había conocido a muchos chicos, pero no era como yo me imaginaba.
—Eh, ¿te llevo?
Alcé la vista y vi como una chica me hablaba. Rubia y con pequeños mechones morenos, ahí estaba, mi mejor amiga Renee, que después de la llamada que dejé decidió recogerme. Sonreí apenas unos segundos, aunque recordando el momento del funeral deje de hacerlo.
—Venga Alice.
Me incorporé y cogí el casco que me lanzó con fuerza. Me lo puse e intenté no despeinarme mucho, me recogí el vestido y me hice un pequeño nudo al lado para que cuando montara en la moto no se enganchara. Me subí con cuidado y rodeé su cintura con mis manos, dejando mi cabeza caer en su hombro.
—¿Enserio te ha dejado tirada?Dijo mientras intentaba arrancar.
Sí.. me ha dicho que me bajara y ha arrancado dejándome aquí.
Cuando ya lo consiguió fuimos vuelta a casa, atravesamos caminos y no hubo mucha conversación, sobretodo porque yo seguía pensando en mi madre.
—¿Y tú que tal estás?—Dije mientras miraba para atrás y la agarré más fuerte por miedo.
—Bien, me has pegado un susto, son las doce de la mañana.
—Ya sabes que el funeral era pronto..
Parpadeé varias veces y vi que ella no respondió, Renee no fue invitada al funeral porque mi padre no quería meter a gente que no eran amigos.
—Sabes que cuando quieras me tienes aquí Alice.
—Si ya sé que tengo a mucha gente, pero yo quiero tener a mi madre.
Miré al cielo, por mucho sol que hiciera para mi era un día oscuro y nublado, mi vida ya estaba cambiando desde estos instantes, mi madre no estaba, mi padre.. para mi tampoco tenía padre, puede que me comportara mal, pero.. ¿para dejarme tirada? ¿Y sin nada? Cerré los ojos y dejé que el aire ondease las hojas de los árboles y mientras yo intentaba mantener la compostura.
—Ya hemos llegado.
Miré mi casa, mejor dicho mansión, nunca pensé que tendría esto, la gente me miraba como si fuera algo importante, y yo era una más entre otros.
—¿Quieres pasar?—Dije acto seguido de bajarme con cuidado de la moto.
—No, ya sabes que después de lo ocurrido no seré bien vista..
—Bueno, todos sabemos que fue un accidente, no fue vuestra culpa.
—Todos dicen que si.
—Pues yo no lo digo.
Me acerqué a ella y la dejé el casco en las manos mientras le plantaba un beso en la mejilla. Cogí los tacones y los balanceaba en las manos, mientras andaba descalza por un camino de hierba recién cortada. Llegué a la puerta principal y como no tenía llaves tuve que llamar. Dos tres segundos hasta que el mayordomo me abrió.
—Buenas señorita Flint.
—Te he dicho millones de veces que me llames Alice.-Dije mientras pasaba dentro de la casa sin mirar a nadie, y observaba el recibidor donde delante había una grande escalera que daba a las habitaciones.
-Pero vuestra madre dijo que os llamase por vuestro apellido.-Dijo mientras se acercaba a mi y me cogía los zapatos.
—Ya no tengo madre.—Dije mientras le miraba con lágrimas en los ojos.
Dejé de discutir con el pobre hombre ya que no tenía la culpa de nada, solo me estaba desahogando y él era el primero que se cruzó en mi camino, seguramente no me cruzaría con mi padre en horas y si lo hacía no le daría la palabra. Vivir en una casa grande no tenía ventajas, apenas les veía, podía estar incluso horas desaparecida y nadie se daría cuenta, era como si no existiese, solo era una persona que hacía bulto en esa familia. Entré en mi cuarto y tiré las cosas al suelo, mientras me miraba en el espejo y me quitaba la ropa, dejando que mi pelo castaño y rizado se deslizara por mi espalda. Observé detenidamente mi habitación, no merecía tener nada de lo que tenía. Me tiré a la cama y cogí mi Ipod verde y me puse los cascos mientras escuchaba The one got away-Katy Perry. Hasta que vi una pequeña sombra que se dibujaba en la pared e hizo que me diera la vuelta. Sonreí con malicia, era mi padre sorprendido y decidí no prestarle mucha atención al hablar. Hasta que me los quité al ver que no se iba.
—Como has vuelto.—Fueron las primeras palabras que me dijo y yo solo supe sonreír mientras daba vueltas en el colchón.—Te he echo una pregunta.
Respiré y cerré los ojos mientras la música sonada de fondo.
—¿Que como he vuelto? ¿Después de que me dejaras tirada en medio de la nada?
—Sí, exacto, cómo.
—Pues volviendo papá, volviendo.—Dije con tono de sarcasmo.
—¡He dicho que cómo! ¿Es que estas idiota?—Dijo gritándome.
Ya estaba bastante acostumbrada a sus gritos, y lo único que tenía que hacer era asentir, ya que no había otra manera de que se calmase.
—He echo autostop.
—¿Qué?
—Que un desconocido me ha traído papá, ¿ya no sabes que es eso?
—Sí si..
—¿No querías saberlo? Pues así he vuelto a casa.
—Podrían haberte violado
—Matado, blá blá blá. Después de lo de mamá no tengo miedo.
—Pero yo me quedaría solo.
—Tú ya estás solo.
Creé un momento de tensión en el que veía que se le hinchaban las venas del cuello y se ponía rojo. Parte de mi cuerpo empezó a temblar y lo único que consumió ese silencio fue mi propio grito.

2 comentarios:

  1. Bueno, que lo sepas, ya tienes otro lector, y este es de los pesados, yo. Espero el siguiente con muuuuchas ganas <3 akjgfakjf Pobre Alice.

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  2. Luciaa:) Leo tambien la otra novelaa y este tambien me encantaa:) Es perfectooo! Sube prontoooo y unbeso!
    PD: Podrias avisarme por el twitter cuando subas? Es mi twitter de la novela :) @stolemyheart3
    Graciaas!

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