sábado, 14 de abril de 2012

~Capítulo doce.

Lo último que recordaba era el traqueteo de un coche y el ritmo de una canción. No recordaba muchas cosas, ni siquiera era consciente de lo que estaba pasando a mi alrededor.
Intenté despegar mis párpados y algo de luz filtraron mis ojos. Vi una figura borrosa y muy poco definida.
—Char..—intenté decir, pero cada vez tenía menos fuerzas.
Empecé a oír una conversación bastante fluida y no dudé en prestar atención.
 —Charlie, se ha despertado—dijo alguien que se encontraba a mi lado. Forcé la vista y vi el rostro de una chica a la que cual tenía apoyada mi cabeza en su hombro.
—¿Se ha despertado?—exclamó alguien a lo lejos.
Intenté vocalizar y aunque mis labios se movieran mi garganta no producía ningún sonido.
Pude diferenciar su sonrisa, me miraban esos preciosos ojos verdes e intenté devolvérsela.
—¡Charlie! ¿Este es el camino?
Volvió la vista hacia la carretera y dejó de mirarme. Ahora reconocí el camino donde nos encontrábamos, era mi barrio, supuse que iríamos a mi casa.
—Sí—afirmó—la otra vez vine por aquí, ¡mira!—hizo una pausa—esa es su casa.
—Josh, ¿te queda gasolina?
—Suficiente para unos días.
Moví lentamente los dedos hasta alcanzar la pierna de aquella chica. Pude apreciar que iba de gris y tenía el pelo recogido, pero, aún seguía viendo borroso. Ella cogió mi mano antes de que yo llegara a la suya. Charlie se lo habría contado y por eso me trataría con delicadeza.
Una parte de mi sonrió pero otra se dio cuenta de que debería haberme quedado en el suelo, bañándolo de color de rojo.
Volví a cerrar los ojos, hasta que noté que alguien me cogía en brazos.
—¿Te ayudo Josh?—oí en un susurro.
—No, es bastante ligera.
No era consciente, pero sonreía.
—Ya, le haré comer más.
Ambos esbozaron algunas carcajadas mientras la chica seguía agarrando mi mano.
—¿Alice verdad?
—Sí, pero la puedes llamar Ali.—reconocí su dulce voz.
—O, cariño.
Ambos pararon y pude apreciar el rostro de Charlie.
—No somos nada..—suspiró.
—Entonces—hizo una pausa—¿qué hacemos aquí?
—Esta mal, y no quiero dejarla así.
Supuse que dijo lo primero que le pasó por la mente, aunque, si me paraba a pensar, yo tampoco sabía que hacía con ese chico.
—De algo forma la quieres, sino, no harías esto.
La chica me proporcionó más fuerza en la mano al oír esas palabras. Rechisté de dolor, sin querer me había apretado en la muñeca y aún no tenía completamente la herida cerrada.
Charlie dejó esa conversación en un silencio. Estiré mis brazos y proporcioné un golpe al chico que me llevaba.
Lo..—abrí los ojos—¿pe.. pero quién eres?—me moví bruscamente.
—Charlie, la bella durmiente se ha despertado.
Dirigí la vista hacia Charlie, que estaba en la puerta de mi casa. Planté mis pies en el suelo, aunque no tenía demasiadas fuerzas para caminar sola.
—¿Te ayudo?—me dijo aquel chico con los brazos tatuados.
Sonreí y llevé la vista hacia mis pies, sola no podría y no me quedaba otra que aceptar su ayuda. Extendí la mano.
—Con la mano no voy a poder—sonrió.
Se acercó a mi y me agarro de la cintura.
—¿Te hago daño?—dijo mientras intentando esquivar mis heridas.
Negué con la cabeza y caminé al ritmo de su compás. No dije nada, ni quién era, ni que querían hacer en mi casa, ninguna palabra salió de mis labios. Hasta que Charlie me sonrió.
—¿Crees que debo llamar?—dijo mientras se daba la vuelta.
—¿Tú que crees?—sonreí—seguramente no esté en casa, pero habrá personas.
—Bueno—se agachó y levantó el felpudo—a la próxima guardar mejor las llaves.
Me parecía estúpido tener ahí la llave, pero eso era típico de mi madre, hacía las cosas que salían en las películas. Sonreí y llevé mi mirada a la suya, luego volví a la del chico que me ayudaba caminar.
—¿Y tú quién eres?—dije mientras apartaba su mano de mi cintura, con el tiempo notaba que tenía más fuerzas.
—Soy Josh, soy amigo del pelirrojo.
—¿Y ella?—moví la cabeza hacia un lado y la miré.
—Ella es Andy.
—Yo..—sonreí—yo Alice, supongo que sabréis quién soy.
—dijeron los dos.
—Charlie nos ha hablado de ti.
Miré hacia la puerta, estaba abierta. Pude diferenciar entre la oscuridad del recibidor a Charlie subiendo por las escaleras. Moví los pies con dificultad y caminé agarrándome a lo primero que divisaban mis ojos.
—¿Te ayudo?—oí a lo lejos.
Negué con la cabeza y seguí caminando. Me sorprendí, el rastro de sangre que había en la cocina no estaba. Eso podía significar una cosa, que mi padre había estado aquí. Mis pies se dirigieron hacia las escaleras.
—¿Charlie?—grité con miedo de que mi padre estuviera.
Vi a alguien asomarse al borde de la barandilla.
—¿Cuál es tu cuarto?—sonrió—he pasado a diez habitaciones y aún no lo he encontrado.
Encogí la nariz y meneé la cabeza.
—Espera que subo.
Nada más poner un pies en el primer escalón oí a Charlie gritar.
—¡No hagas esfuerzos! ¡Ahora yo soy tu enfermero!
Sus palabras llegaron a mis oídos y me senté en uno de los escalones. Restregué mi cara con la camiseta que llevaba puesta. Miré mi reflejo en un espejo, la ropa que llevaba...no me sonaba, no era mía, pero me gustaba.
—Es mía—dijo la chica que había sujetado mi mano y se sentó al borde de otro escalón—te lo puedes quedar si quieres.
—Es tu ropa, luego cuando me cambie te la devuelvo—intenté alcanzar sus manos—muchas gracias de verdad.
—No enserio, es tuya—dijo mientras se echaba atrás el pelo.
Me volví a mirar en el espejo. No me quedaba mal, no era mi estilo y nunca había llevado algo parecido, pero me gustaba.
—Soy Andy, antes Josh no me ha dejado presentarme.
—Yo Alice, y bueno.. me resulta incómoda esta situación—dije mientras me mordía el labio inferior.
Conocer gente no era mi hobby, siempre había sido demasiado tímida y nunca había tenido muchos amigos.
—Tranquila, yo también estoy nerviosa—recorrió su rostro con su dedo—pero parece que vas a vivir con nosotros.
Mientras tanto en un piso más arriba..
Por fin dí con su habitación. Abrí uno de sus armarios y busqué algo de ropa. Una gran cantidad de camisetas pudieron apreciar mis ojos. Revolví mi pelo y lo metí todo en una mochila. Busqué en los cajones, calcetines, pantalones, intenté no mirar su ropa interior y la metí sin apuros y con mucha prisa.
—Uf ya—respiré y me reí de esa situación—venga, unas cosas más y ya tendremos que salir.
Me senté en su cama y respiré, me parecía rara la situación, me faltarían dedos para contar las veces que me había colado en casas, pero.. de esta nunca.
Observé uno de los marcos que rodeaban su habitación, con su familia, con su supuesto padre y su fallecida madre.
¿Por qué le habría tocado esto? Ni yo ni nadie lo sabía, pero parecía que se iba a calmar. Me llevé la mochila a la espalda e intenté girar el manillar.
—Que duro—dije en voz alta mientras volvía a girarlo.
Tardé en darme cuenta de que la puerta estaba cerrada desde fuera. Primero fue el pánico, luego, fue pensar en Alice, ninguna de las tres personas que había abajo querrían que yo me quedara encerrado. Pero esto me daba a pensar de que habría más de tres personas en esta casa, en esta grande y escalofriante casa.
—¡Joder Alice!—golpeé con el hombro la puerta—¡Josh! ¡Andy!
Los gritos fueron inútiles, la casa era tan grande que no podrían oírme.
—Venga Charlie, estará bien—me froté la cara con mis manos y tiré la mochila al suelo—Josh la cuidará.
Quería convencerme de que Alice estaría bien, y que si su padre rondaba por esta casa él la defendería.
—Otra vez no—suspiré—por favor no..
Tenía otra vez la misma sensación de que no podría a estar a su lado. Otra vez recorría por mi cuerpo culpabilidad. Otra vez.
—Debería haberla besado—sonreí al decir esas palabras en alto—debería haberlo hecho.
Recordaba el contorno de sus labios y se me erizó todo el vello del cuerpo. No me iba a rendir, y volví a golpear la puerta. Impulsé todo mi cuerpo contra esa tabla de madera hasta que conseguí forzar la cerradura. Apoyé mis manos en el suelo, mientras notaba que toda la sangre se me iba a la cabeza. Entré y cogí la mochila. Cerré y corrí por los pasillos.
—¡Josh!—dije gritando—¡Alice Andy! ¡Salir fuera!
Bajé por las escaleras corriendo, intentando no caerme. Y allí estaban, hablando.
—¿Por qué estás sofocado?—me dijo Andy con cierto tono gracioso—¿te has perdido y has tenido miedo?
Miré a Alice, me calmaba que estuviera bien y dejé las cosas en el suelo.
—Me han encerrado en tu habitación—la miré preocupado—y no creo que fuerais vosotros.
Ambas negaron con la cabeza, y buscaron a Josh con la mirada, yo también lo hice, pero no pude encontrarle.
—¿Sabéis donde está?—me agaché y antes de coger la mochila miré a Alice, clavó su mirada en la mía e hizo que me estremeciera. Siempre nos quedábamos en esos instantes, donde ninguno nos besábamos, a lo mejor, ella no quería. Tendría que darme por vencido.—Voy a buscarle.
—Pero..la interrumpí.
—Iros al coche, Andy—suspiré aunque no estaba seguro de lo que decía—sé que no sabes muy bien conducir, pero si en 10 minutos no estoy vete—dije mientras la miraba, aunque por el rabillo del ojo observaba a Alice.
Afirmó y cogió a Alice del brazo.
—Alice, vayámonos.
—¿Y ellos?
—Son muy fuertes, ya veo que no conoces a Josh—rió y yo también lo hice.
Me acerqué a ellas y les di un beso a ambas.
Vi como se alejaban hacia la puerta y las perdía de vista poco a poco cuando se introducían en el jardín.
—¿Josh?—susurraba entre pared y pared.
Hablaba solo por esa casa, como un estúpido, ya que nadie me respondía.
—¿Josh estás ahí?—miré entre el poco espacio que había entre el marco y la puerta. Y pude apreciar un par de tatuajes en un brazo.
Abrí la puerta y di un portazo a la pared.
—No me vuelvas a dar esos sustos—suspiré y observé que hacía.
Se dio la vuelta y me miro indeciso. Señaló algo con el dedo y lo busqué con la mirada.
—Es su padre, ¿verdad?—me dijo mientras abría la navaja.
Elevé la mano y se la quité.
—Nosotros no hemos venido para esto—le dije, aunque yo tendía más ganas que él.
—Pero lo que le hizo.. y está ahí, tan tranquilo, leyendo el periódico, ¿te parece normal?—me dijo mientras intentaba arrebatármela de las manos.
—Mira—le miré a los ojos, tanto dentro de mi como de él había rabia—ya se lo pagaremos, tranquilo.
Hizo un giro brusco y le agarré del brazo.
—Soy mayor que tú, ¿recuerdas?
—Sí, pero yo tengo más cabeza.
Ambos esbozamos una sonrisa y decidimos dar media vuelta. Una hipótesis pasó por mi mente, me había encerrado en su cuarto, ¿y se quedaba ahí? Podría a ver visto a Alice y Andy perfectamente, incluso a Josh, pero prefirió leer el periódico.
Un sonido chirriante hizo que me sorprendiera.
—¿Qué haces Josh?—llevé la vista hacia el suelo y vi como un jarrón sé rompía en mil pedazos.
—Se ha caído, dios—se agachó y se dio la vuelta—¿crees que lo habrá oído?
Miré otra vez hacia el sofá donde se encontraba y no estaba.
Empecé a mover la cabeza y a buscarle por todos lados, pero no había rastro de él.
—Josh vayámonos—dije nervioso.
—¿Tienes miedo de un abuelo?
—¡Que nos vayamos joder!—le cogí del brazo y le llevé hacia la puerta.
El silencio nos rodeaba y ambos caminábamos sin saber donde se había metido ese hombre.
—¿Has oído eso?—me dijo en el oído.
Me dí media vuelta y no vi nada.
—He dicho oír, no ver imbécil—dijo serio aunque yo me había reído.
Negué con la cabeza y seguí caminando, aún no habíamos llegado a la puerta.
—Era como si hubieran recargado..—dejo de hablar, supuso que ya estaba la situación bastante tensa.
—Di, ¿recargado el qué?—dije subiendo una ceja.
—Un arma, ¿seguro que no lo has oído?
El corazón se me paró por unos instantes.
—¿Un, un arma?—tartamudeé, mentiría si decía que nunca había llevado una, pero eso eran viejos tiempos, aunque la hubiera utilizado, aún la seguía teniendo miedo.
—Exacto, pero sigamos, casi ya estamos en la entrada.
Los dos seguimos caminando, hasta que oímos más pasos que los nuestros.
—Tu amigo tiene buen oído Charlie—dijeron a nuestras espaldas.
Estábamos enfrente de la puerta, pero pensar que ese hombre llevaba un arma encima hizo que se me paralizara el cuerpo.
—Salimos a la de tres—me dijo en un susurro, que apenas pude oír.
—¿No quieres mirarme muchacho?—volvió a decir.
Conté hasta tres en la mente y cogí el brazo de Josh y corrimos hacia la puerta, el coche no estaba muy lejos, pero ya estábamos oyendo disparos. Miré a Josh, y vi que estaba perfectamente.
—¿Te vas a quedar mirándome?—dijo mientras corría delante mía.
Corrí con todas mis fuerzas y me metí en el coche con Andy y Alice.
—¿Eso son disparos?—dijo Andy mientras intentaba arrancar el coche.
—¡No, son margaritas que vuelan!—dijo Josh, nunca era borde, apenas era irónico, pero en estas situaciones todos estábamos demasiado tensos.
Me puse en el asiento de atrás al lado de Alice, ella estaba tan atemorizada como nosotros, pero tenía algo diferente, supo mantener la calma.
—¡No puedo arrancar!—gritó nerviosa.
El coche se había calado, y cada disparo se oía más cerca. Josh se puso en el asiento del conductor cediéndole el de copiloto a Andy.
—Pero mira que eres..—rechistó—ya sabes que este coche es viejo, tienes que apretar aquí.
Los tres miramos y vimos como poco a poco el coche empezaba a arrancar.
—¡Y a qué esperas!—gritó Andy.
En menos de dos segundos el coche se puso en marcha y salimos de ese barrio. Ellos sonreían, parecía que estos momentos de angustia les gustaban y luego se reían. Yo, mientras miraba a Alice.
—Alice, estamos aquí—puse mi mano en su pierna.
La agarró con extrema delicadeza y apoyó su cabeza en mi hombro. Mi ritmo cardíaco aceleró sin ninguna razón y cada vez respiraba más deprisa, hasta, que comprendí que ese cosquilleo en el estómago, esos latidos descontrolados y todo, tenía una explicación, puede que nunca hubiera dicho esto, pero, Josh tenía razón, de alguna forma la quería.

7 comentarios:

  1. Me encantan todos los capitulos que has puesto! :)
    Habisame cuando subas el siguiente, mi twitter es @Juditn9

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  2. Aiiiins como me gusta , enserio siempre tengo ganas de leer tu novela es genial!!

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  3. Ayyyy dios que bellos, me encanto jajajaja el padre es un loco sicotico, bueno siguela cuando puesdas, mientras mas rapido mejor jajaj bueno te mando un beso, por cierto soy @KrenP25

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  4. Tienes una nueva lectora! :D
    me encanta la historia, escribes super bien :)
    En twitter soy @martmcflurry
    Un beso!!

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  5. Ups puse mal el twitter *@MartaMcflurry ^^

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  6. Este es el último capítulo que me he leído, ahora seguiré, pero joder, me has transmitido un huevo la situación de Charlie angustiado en esa casa, y Josh me encanta... ¡ Seguro que esta tarde me he terminado de leer esta historia! Mi más sincera enhorabuena, cielo.
    cpiruleta-gapmafia.blogspot.com

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  7. Hola, buenas.
    Me gustaría no tener que comentar en anónimo, ya que queda bastante... poco serio, pero es por la simple razón de que no tengo blogger, ni gmail, ni nada.
    Venía a decirte que la historia está bien, bastante bien, pero que tienes algunos fallos tan tontos que, aunque parezca tonto, restan muchos 'puntos' a la novela que estás escribiendo.
    Entre ellos, que te precipitas mucho. Si quieres hacer una novela larga, los acontecimientos deben tener más detalle y debes escribir más sobre ellos, para que nosotros, los lectores, sepamos lo que siente y nos imprimas esa misma sensación.
    También he descubierto pequeñas faltas de ortografía, como un 'haber' donde debería estar un 'a ver' y otras cosillas(pocas).
    Deberías revisarlo, pero por lo demás, y sobre todo por la trama(estos temas no se suelen tratar) es una gran historia.
    Ah, y una cosa que me ha hecho muchísima gracia. Las sonrisas se esbozan, pero las carcajadas no.
    Un beso, se que soy muy criticona, pero tengo mucha experiencia en esto y como crítica constructiva entre tanto elogio, te ayudará a mejorar. Muchos besos.
    PD: Este comentario no es solo de este capítulo, sino de todos los anteriores y este. Ahora me leeré los demás(poco a poco, que hay mucha chicha) y te dejaré algún que otro comentario.

    Att, BASSER.

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