sábado, 31 de marzo de 2012

~Capítulo siete.

No valía la pena pensar, ni plantearse la opción de huir, no había opciones, tampoco soluciones. No había nada. Cada vez tenía menos ganas de vivir, de seguir con los pies en la Tierra. Pasaba con cuidado cada página, intentado fijarme en todos los detalles de las fotos de familia. Parecíamos felices, lo éramos. Que tiempos aquellos que no dejaba de sonreír, que vivía día a día como si fuera el último y sin querer que se acabaran. Y ahora, lo único que quiero es que llegue la noche, para que la oscuridad inunde cada rincón, para poder lamentarme por mis errores, por mis enfados tontos, por todo.
—Alice, ¿que miras?—Dijo una voz al fondo de la habitación.
Miré y vi a la cocinera, era ella lo más parecido a una persona en esta casa.
—Fotos, pero, ya me voy.
Me levanté y dejé el álbum guardado en lo más alto de una estantería. Me estiré la camiseta que llevaba y me calcé unas zapatillas.
—Lo siento, no quería molestarte.
Oí de fondo al irme, la mujer solo querría hablar conmigo, se imaginaría porque estaba pasando y solo querría ayudarme, pero yo no quería ayuda, quería pasarlo sola. Salí dando portazos al cerrar las puertas, quería que mi padre supiera que me iba pero sin decírselo. Caminé por el barrio antiguo sin darme cuenta, hasta que vi a un chaval familiar.
—Hola.
Me dijo él sonriendo, moreno y de ojos azules.
—¿Eres amigo de Charlie verdad?
Frunció el ceño y alzó los hombros. No sabía inglés, había oído palabras noruegas, pero apenas sabía formar una frase, así que lo intenté por gestos. Empecé a describir a Charlie como podía, pero a medida que lo hacía me ponía más colorada, toda mi sangre iba a mis mejillas y mi corazón se aceleraba. Él chico a mi respuestas se rió y me cogió de la mano y empezó a guiarme.
—¿A dónde vamos?
—¿Charlie?—Me dijo él con un poco de dificultad.—Vamos con Charlie, ¿no?
Intentaba hablarle, pero no sabía nada. Entramos por un callejón, bastante descuidado y con alguna caja tirada, pero yo iba igual de firme. Dio unos golpes en una puerta, hasta que un hombre gritó al otro lado y él respondió.. y yo sin saber que decían, todo lo hablaban en noruego. Un hombre de casi dos metros y calvo abrió la puerta y me sonrió.
—¿Vienes a por Charlie verdad?
Su perfecto inglés me sorprendió. Hablaba mejor que mi madre, que aveces decía palabras francesas.
—Sí, sí.—Dije mientras asentía.
Alzó su mano y me ofreció pasar. Por los pasillos veía a muchos chicos tirados y hablando a gritos mientras bebían y se reían. Parecían felices, me hubiera gustado experimentar esa sensación.
—Es esta la última puerta, yo te dejo aquí que muchos se están descontrolando y me dejan las habitaciones como pocilgas, ¿vale pequeña?
Su físico y su aspecto aterraba, pero su forma de ser era distinta. Caminé con  cuidado, sin pisar manos o cualquier cosa que había por él suelo. Muchos chicos me gritaron, ofreciéndome bebida o señalándome una cama, preferí ignorarles y seguir caminando.
—¿Se puede?—Dije mientras golpeaba con mis nudillos la puerta.
-Prefería que no me molestasen, no quiero tener mañana resaca.
Me mordí el labio inferior y pasé aunque él no quisiese.
—Charlie.—Dije al cuello de mi camisa.
Se dio la vuelta y se sorprendió.
—¿Alice? ¿Qué haces aquí?
—Pues, me apetecía verte, y como no sabía donde vivías.. pues, me he encontrado a un amigo tuyo y me ha traído aquí.
—Esto es muy peligroso, debes de irte.-Se levantó y dejó lo que tenía en las manos en un rincón mientras me volvía a acompañar hacia la puerta. La cerré con el pie y me apoyé en ella.
—No me voy a ir.
Sonrió y resopló hacia arriba haciendo que se moviera el pelo.
—Es muy peligroso que estés aquí, ¿te han dicho algo los chicos?
—¿Peligroso? Pero si tú estás aquí.
—Ya, pero yo siempre he vivido aquí, me conocen, a ti no, y los chicos cuando una chica pasa por estos lugares solo significa una cosa.
Pensé unos instantes, bueno, rectifico, hice que pensaba en unos instantes, su preciosa sonrisa y sus ojos verdes hacían que no estuviera en este mundo, hacía que por unos instantes no tuviera otra cosa que hacer que observarlos.
—¿Alice?—Dijo mientras ponía la mano en la puerta, y acercaba su rostro al mío.-¿Estás ahí?
Le miré y me acerqué a él también, casi respirábamos el mismo aire, se podía decir que era lo más cerca que había estado de la felicidad.
—¿Creen que soy una prostituta entonces?—Dije para romper el hielo.
—Más o menos..
Rechisté y asentí como una tonta.
—¡Oh sí Charlie, dame más!—Dije mientras daba golpes a la puerta.
Por un momento todo el ruido de fuera se esfumó dejándome a mi y a mis gritos sola. Pero rápidamente él puso su mano en mis labios.
—Calla, que no quiero que piensen eso de mi.—Miró rápidamente a los lados mientras esbozaba varias sonrisas.
—¿Entonces que quieres que piensen?—Dije mientras liberaba poco a poco su mano de mi boca.
—No sé, pero, soy él único que no trae prostitutas, no quiero que se me vaya la reputación.
—Mm, entonces tienes reputación.—Caminé viendo que tenía por su cuarto, una televisión pequeña, varias estanterías donde había libros y partituras, y al fondo una guitarra.
—Sí, tengo.
Al ver que estaba viendo sus cosas él se sentó en la cama, mirando cada movimiento que hacía. Sentía un cosquilleo en la tripa acompañado de alguna sonrisa. Encontré un marco con una foto desgastada. Vieja, pero en ella se veía una familia. Me giré y vi que se había tumbado completamente.
—¿Es tu familia?—Dije mientras me acercaba a él.
—Era, yo ya no tengo familia.
—Bueno..
—Mi única familia es la gente que hay fuera, si se le puede llamar así.
—A mi también me tienes.-Me senté a su lado y le miré con cierta curiosidad.
—Y qué..¿quieres ser mi hermana no?
Se incorporó y se revolvió el pelo mientras sonreía. Querría ser algo más que eso. Al pensarlo me mordí el labio y parpadeé más de lo normal. Me llevé los dedos a la boca, mientras no decía ninguna palabra.
—Alice, ¿que quieres ser en mi vida?
Miré ese verde intenso y aunque intentara decir cosas ninguna palabra era capaz de salir de mis labios. Él se volvió a tumbar, esperando una respuesta que yo no le iba a dar, ya que todas las vías del cerebro se habían colapsado por las del corazón.
—Eh, pues.—Apenas decía monosílabos, y cuando por fin pude formular una frase unos gritos rompieron ese silencio.
—¡Charlie comparte a esa chica, hagamos una buena!
Alcé un par de sonrisas mientras liberaba alguna carcajada. Él se ponía colorado y decidió ignorarle.
—Si le hablamos querrá hacerlo, y no creo que tú quieras.
—No, yo no quiero.—Dije mientras ladeaba la cabeza de un lado a otro mientras me negaba.—Pero a lo mejor otro día..
Su cara fue épica, pero se dio cuenta de que no lo decía enserio.
—Joder, ya estaba pensando que querrías.
Alcé la mirada y vi que él chico seguía ahí dando golpes.
—¿Se va a rendir?
—No creo, pero da igual, a mi no me molesta.
Pasé mi mano por su rostro hasta llegar a su pelo, le miraba sin saber por qué, yo no controlaba esos movimientos, ni esas sensaciones ni pensamientos. Se volvió a incorporar y pasó su mano hasta llegar a mi cuello. Cerraba los ojos varias veces, pero siempre los volvía a abrir, viendo como poco a poco se aproximaba a mis labios, se los humedecía con la lengua hasta que nuestras narices se rozaban, y lo único que salió de sus labios fue que esto no lo hacían los hermanos.

5 comentarios:

  1. Me encantó este capítulo Lucia!! Eres simplemente INCREIBLE! No dejes de escribir nunca, merece la pena leer lo que escribes :)
    Un beso enorme guapísima :)

    ResponderEliminar
  2. Me encanta tu noveeeela, dios he comenzado hoy a leerla porque no había visto el enlace antes en tu twitter y me he enganchado , es increíble , siguiente por favor :3.

    ResponderEliminar
  3. me encanta! es tan kgbkdfkgvmf,, es perfecta! me la he leido hoy entera, siguiente ya!! me puedes avisar cuando subas el capitulo 8 por favor?? soy @FatyDirectioner

    ResponderEliminar
  4. adoro el final, no he podido parar de llorar porque justo hace una semana que un chico me dijo lo mismo: los hermanos no hacen estas cosas. que rabiiiiiiiiia!
    me encanta tu novela, como escribes, TODO. eres una genia!

    ResponderEliminar
  5. Diooooos *-* me encanta tu novela! cada dia, pero que digo...? CADA 10 min reviso tu página para ver si ya has colgado el siguiente capítulo! de verdad... si lo qeu te gusta es escribir.. dedicate a ello! se te da muy bien :) espero qeu cuelgues temprano el siguiente capitulo!
    Eres fantástica! xx

    ResponderEliminar